jueves, 26 de noviembre de 2015

Me, a mi.

Quemarme me asusta.
La tisana caliente antes de dormir me relaja.
El vapor que empaña las gafas cuando vas a beber me identifica.

La oscuridad me asusta.
El silencio en la soledad me relaja.
El sonido mudo del lamento sobre la almohada me identifica.

La efemeridad del tiempo me asusta.
El segundero de un reloj de agujas me relaja.
La vara de incienso que está a punto de consumirse me identifica.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Sé el pequeño cambio de tu pequeño cambio.

Son casi las dos de la madrugada de un miércoles cualquiera... ¿miércoles? Es jueves ya en realidad. Y pienso, y le doy vueltas, y cuanto más lo analizo más sentido tiene: "Todo pasa por alguna razón".
Y yo me pregunto si ha llegado la hora de volver a caminar sin mirar hacia atrás. O no de volver, sino de hacerlo. El momento de tener el valor que no tengo, de ser la persona que me gustaría ser.

¿Soy la misma persona? Ya no lo sé.

Un botón que acciona un mecanismo consigue generar una energía suficiente para arrancar una máquina... Hasta ahora nadie ha pulsado por mi ese botón y por fin me he dado cuenta de que yo debo ser la fuerza externa para accionarlo. Para accionarme.

Ser el pequeño cambio de mi pequeño cambio. Y que todo pase por algo.

Esto es nada, pero todo.
Y ahora... ahora intentaré quedarme dormida mientras me debato conmigo misma el por qué de las cosas.